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“Gregoria sin actos...es un acto Vital” (Montaje teatral del Colectivo Impronta Efímera, en CASA MAG

  • Fernando Vinocour
  • 1 may 2013
  • 8 Min. de lectura

Peter Brook hizo un gran aporte al teatro cuando nos permitió mirarlo con cuatro conceptos centrales TEATRO VIVO, SAGRADO, TOSCO Y MORTAL. Pero haciéndonos entender que no eran categorías para clasificar realidades en cajones fijos y estancados. Sino CONCEPTOS MOVILES que permitían localizar energías invisibles del teatro, y sus significados encarnados y plasmados en la materialidad dinámica de la escena.


Hago este preámbulo pues se vincula con el montaje de GREGORIA SIN ACTOS al que asistí recientemente. Porque una serie de elementos y características de este montaje hacen que se constituya en una experiencia de TEATRO VITAL. Algo que me cargo de regocijo, pues se trata además de un espectáculo realizado por un grupo emergente, IMPRONTA EFIMERA, y que da un salto crucial en su quehacer.


Empezando en la potencia de su propuesta, por el ESPACIO en que se realiza la escenificación. Se trata de la CASA MAGICA, que en verdad lo es, pues esta llena de espacios, pasillos, cuartos, ventanales, etc. Como para albergar la magia de las maravillas teatrales. La propuesta, dirigida por LAA Laa Mich, e interpretada por NOE Noe Cruz y NATALIA DURAN Nata Durán. Lo central de ese espacio es que estructura la teatrallidad, la conforma, es decir es parte coherente del UNIVERSO que se va a desplegar, y se integra al LENGUAJE de la teatralidad o POETICA propuesta. Y esto no es poca cosa, sino que es esencial, pues la arquitectura, genera, plasma, crea ambientes vivos, y estructura significaciones. Y HACE junto con las actrices el teatro. Y esto se puede decir de todos los demás elementos, el paisaje sonoro, el vestuario, la utilería, el concepto sobre la tramoya, encuentran FUSION y COHERENTIZACION en la lógica de su poética. Y esto además y todavía más importante que nos devuelvan una experiencia teatral implicativa, es decir, que permite que el público se sumerja en la experiencia, y esto hay que agradecerlo, pues esto es algo que el teatro y la danza necesitan en lo contemporáneo para retomar vitalidades.


Porque nos hace sentir eso, el aire fresco de la vitalidad de la experiencia escénica, en una inmediatez que nos envuelve, nos sorprende, y nos toca y trastoca.

Y a su vez, esto compromete a los intérpretes a exponerse con la potencia de una desnudez especial. Algo que va más allá, de que el público este cerca de los espectadores. Aquí a lo que me refiero, es a lograr que la escena se haga experiencia viva y nos atraviese y nos implique, que nos envuelva en sus luces y en sus oscuridades, en un mundo traslúcido y metafórico. Que nos haga parte de la escena y nos envuelva en su magia, en su dolor, en su grotesco humor, cual comedia negra, ser envueltos, casi embalados en la experiencia como propuso Richard Schechner con su TEATRO AMBIENTALISTA.


Otro aspecto crucial es que el espectáculo se propone ITINERANTE y se convierte en una experiencia de viaje. El hecho de que sea MOVIL la participación del público, y se desplace por distintos espacios, es fundamental para lograr acompañar a los personajes en su ERRANCIA, en su devenir, algo que también recupera ese sentido del teatro de ser un dispositivo para mirar, esa cualidadad de ser un mirador para el alma y el cuerpo humano. En este caso, es un viaje que resultará en la METANOIA de los personajes. Este es un concepto de Aristóteles, que es clave para comprender la importancia del Teatro en nuestros días, pues permite que seamos testigos de la progresiva CONVERSION de los personajes, acompañar sus avatares, sus dudas, sus intentos fallidos, su agresividad, sus miedos y angustia, en relación a la dirección de sus progresivas acciones, sus pasos, sus destinos.


En este caso se trata de un viaje en un espacio existencial, la deriva de subjetividades, narradas en un lenguaje que por momentos remite a un sueño, o a una caricatura de tintas fuertes sobre la existencia humana, y por supuesto que relacionamos con KAFKA y su universo dilatado. Las actrices, guiadas por una dirección acertada , le brindan a través de detalles, juegos, un ritmo acertado, y la potencia de su interpretacion todo ese recorrido, sin precipitar la acción dramática, tan importante para que podamos interiorizar la escena, más allá de la mera anécdota, de las ilustraciones, de los lugares comunes o esquemáticos. Este es un acierto al permitir que acompañemos ese tiempo de la PROGRESION del espectáculo. Ir paso a paso del cambio del personaje, cada uno de sus estados, y saltar a otros con sorpresa con tensión escénica. Ese tiempo de proceso está muy logrado, desde un inicio donde se hace exposición de las características de los personaje, que será clave para nuestra valoración de quienes son estas dos criaturas que nacen de las sentencias kafkianas: “una mañana amanecí y me mire convertido en un insecto”, pero que en este caso, me mire convertido en un ser-humano confrontado a una cultura que nos ha alienado.


Lo cual remite a una forma de vida, a una política de la existencia donde estamos fuera de nosotros mismos, instrumentalizados en función de Gran otro, constituido por los dispositivos del poder económico, social, ideológico que nos convierten en unos insectos laborales, atravesados por tornillos, ruedas, y pieles fosilizadas, semblantes todos bien metaforizados en la puesta en escena, por el uso del vestuario.

La historia se teje en torno a como los personajes vivencian este SINTOMA social, que los carga del malestar de la cultura. y como están entrampados ahí , exponiendo a su vez, sus posibilidades de alcanzar lo que el mismo Kafka llamaba una “salida”, en este caso, a su subjetividad, a su “cuerpoalma” a su “almacuerpo”. El personaje de Noe Cruz, interpretado con un justo equilibrio entre sus aspectos grotescos y su acción interna, nos carga de esa sensación de querer reírnos y a la vez, comenzar a localizar las grandes urgencias vitales de ese ser contradictorio que quiere protegerse y se encierra, que quiere dominar y poco a poco descubre sus propias impotencias, sus carencias y sus necesidades de vincularse a otros, a romper su individualismo, para lo que requerirá agujerear su coraza y mostrar su fragilidad, y jugarse la vida ahí.


Esta posibilidad se la brindará el otro personaje, interpretado por Natalia Nata Durán Guier, quien, cual si fuera un infante, está abierto y expuesto a la socialización, a comenzar a introyectar los patrones sociales, a partir de las urgencias que la hacen depender de los estímulos que pueda recibir en su entorno cultural, en particular de los afectos circundantes que le corresponderían a su partener.


Sin embargo, ambas criaturas están necesitadas de otro para ser, para reconocerse, para confirmar su ser y su estar en el mundo. Ambas, se complementan y se ligan por sus carencias, como si se tratara de dos partes escindidas de un mismo ser, (algo que se abre como posible lectura), ya que visten de manera similar, y se buscan como el detective al delincuente, como la luz a la oscuridad. En ese sentido, las secuencias de acercamiento y vinculación de ambas entidades, son un logro teatral notable, pues utilizan el aparataje que la cultura brinda, despertadores, cintas métricas, viajes en automóvil al trabajo, la higiene, la comida, etc. Para mostrar cómo estamos vigilándonos y castigándonos de manera disciplinada como señala Foucalt y como las barreras que nos controlan son muchas, y a su vez como se requiere de un accionar especial, de un esfuerzo extraodinario en la vida, para desatar las energías necesarias para salir de los encierros más destructivos.


Esto es lo que los personajes intentan disolviendo su propio ser, esos semblantes y las repeticiones de su propio síntoma para intentar convertirse en otro ser, acceder a otra forma de vida, de vinculación. Acceder a volver a nacer, a rehacerse en la dinámica en que se juega la vida.


Y así, se mirara, porque no voy a adelantar los acontecimientos, ni a contar lo que pasa, las peripecias y efectos de tal acción central. Las consecuencias de sus posibilidades vitales. Y el constante intensificar del conflicto hasta su resolución final. En este hay que insistir en el cuidado detallado de la directora, y en la interpretación de gran precisión de las actrices. En particular, las secuencias que acompañan el clímax de la obra muestran a unas intérpretes ya dotadas de muchos recursos, capacidad de alcanzar intensidades importantes para proyectar el drama de los personajes, y para transportar la potencia del montaje, tanto en sus cuerpos, en sus voces, en sus emociones, y en las compleja articulación de todo esto en un lenguaje particular, que las saca de cualquier lugar estereotipado, general de la actuación. Esto es otro elemento que hay que destacar. Logran un lenguaje particular, el espectáculo se convierte en una experiencia con voz propia. Y considero que esto es lo que necesitamos en nuestro teatro:


Lograr la confirmación de un lenguaje que nos diga, donde esa forma sea el contenido. Donde podamos botar un teatro muerto para volver a este concepto de Peter Brook. Y renovar así, con aires refrescantes el hecho teatral. Esto es lo que más agradezco a IMPRONTA EFIMERA .


Pues esto nos da ánimos y regocijo, placer estético y ético, a todos los que asistimos y producimos teatro. Hay que señalar entonces, que lo que Gregoria nos dice es algo que está defendido vitalmente por el equipo y en particular por las actrices. Y esto es importante de plantear, porque uno siente que están defendiendo algo que les es sumamente vital y esto tiñe la apuesta teatral como UN ACTO VITAL. Para mi esto no es un detalle o algo circunstancial, sino crucial, NUCLEAR. Porque, muestra lo que lleva adentro del paquete, y no como en otras manifestaciones teatrales, que a pesar de contar con mucho paquete, ornamentos, semblantes, no hay mucho vital en los CONTENIDOS, en lo que se lleva adentro. Esto marca insisto la necesidad de afirmar las MICROPOETICAS, sobre todo en las nuevas generaciones y en los tiempos actuales de nuestro ambiente teatral, que a veces están dispersas y sin contundencia en torno a este elemento nuclear de sus obras. Desde mi punto de vista acá está lograda esa afirmación, y esto es sumamente alentador. La obra habla, dice, sobre nuestras imposibilidades de afecto, de ternura, de solidaridad en pugna con las formas de poder que nos separan y nos hacen agentes de ese poder y como nuestras vidas terminan sacrificadas en torno a ideales mortíferos de la cultura. CULTURA DE MUERTE, confrontada por un TEATRO VITAL. Es como si nos mostraran de nuevo el absurdo de la vida, pero señalando que se trata de algo que proviene de un estilo y forma de vida, que hemos de intentar hacer algo con todo ese malestar, y reinventar otra forma y estilo de vida, si queremos que no muera nuestra subjetividad y nuestro entorno vital. Digo que es una propuesta vital porque nos confronta a nuestra muerte, a la cultura que genera la muerte en vida. El ser abstraídos, distraídos, atrapados por fuerzas que mueven imperceptiblemente nuestra existencia, hasta dejarnos riendo en medio del colapso como de manera impactante logra Noe Cruz en su personaje, o desamparados tocando para solicitar ternura y orientación en la vida, y acompañamiento, a alguien en estado catatónico, imagen conmovedora de Natalia Nata Durán.


Finalmente es de destacar en el lenguaje conseguido, la síntesis y convivencia de formas muy teatralizadas, en el maquillaje, vestuario, gestualidad, con las emociones y vida interior potente de los personajes. Esta fusión es clave para generar un lenguaje particular, que nos produce efectos con potencia. Nos hace al mismo tiempo identificarnos y ejercer un distanciamiento y combinar razonafecto, pensarsentir para lograr con estos neologismos romper visiones binarias y mecánicas del teatro y la vida. Es un universo de seres exagerados hasta el expresionismo, pero cuyo efecto es ser radiografía implacable de nuestras sujeciones, de nuestras imposibilidades, y todavía mejor de nuestras más profundas urgencias, interrogaciones, afirmaciones sobre nuestro camino.


Celebro demasiado esta realización y el logro obtenido por este grupo de teatro valiente, comprometido e impulsado en un riesgo, y su vez realizado con rigor, con cuidado y con reflexiones evidentes en su proceso, un grupo que sin duda hizo primero su conversión y metanoia, para poder plasmar la de los personajes, y apostar a contribuir a a que exista algo de esta metanoia y conversión en los asistentes del público. Quizás esta sea una aspiración central del mejor teatro lograr tal grado de convivio y resonancia, que la diferencia entre los intérpretes ejecutantes y el público no sea esencial en cuanto a vivenciar una experiencia que nos importe, sino tan solo una diferencia funcional. A mi el poder del espectáculo me llevo a devolver algo de mis resonancias y ecos en este escrito. Algo que agradezco sobremanera.

 
 
 

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